domingo, 28 de febrero de 2010

Era obligatorio, pero cuidado

No había más opción que ganar. Se ha hecho, bien. Ahora me preocupa que la victoria oculte algunos aspectos que deben aún mejorarse sustancialmente, es indispensable para poder subir. Como suele decirse, cuidado con que los árboles no dejen ver el bosque. Eso ya pasó en la primera etapa de Víctor.

En el lado positivo, varios argumentos para el optimismo. El equipo parece más un equipo, el menudo fichaje invernal está demostrando ser un refuerzo, los centrales empiezan a defender y con Mehmet Aurelio se va a poder contar para la causa.

En el otro lado de la balanza, lo negativo. El equipo está mejorando, pero la relajación no puede llegar. El exceso de felicidad, de encantarse con uno mismo, de recrearse en una supuesta fantasía futbolística nos puede llevar a la ruina. Insisto, eso ya pasó en la primera etapa de Víctor, ahora no puede volver a pasar.

Decía al principio que hay aspectos a mejorar obligatoriamente. El principal es el empaque y la cosistencia. El Betis pasa por una montaña rusa de estados a lo largo del partido; un rato juega avasallando al rival, otro corriendo sin sentido detrás del balón y, el otro, le coge asco al partido y se desconecta.

Los últimos minutos del partido de hoy son realmente preocupantes. El Betis ha demostrado una alarmante falta de oficio para manejar la recta final y podría haber tirado a la basura la victoria. No nos olvidemos que el rival era el recién ascendido Cartagena. Un equipo que está viviendo una temporada de gloria inesperada, pero al que vaticino que no durará mucho en la pelea por el ascenso.

Disfrutemos de la victoria y confiemos en que el equipo mejore lo suficiente como para meterse de lleno en la lucha por retornar a Primera.

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