domingo, 5 de diciembre de 2010

Jugando con fuego

Líder sólido con un buen colchón de puntos. Que así siga. Pero para eso hay que retomar cuanto antes la solidez del principio de temporada. No sólo debemos confiar los partidos a la brutal pegada del trío de arriba. Y a la inercia ganadora; esa que, por ejemplo, manda los remates del Numancia a los palos en vez de al fondo de la portería.

Para seguir sumando al ritmo frenético que requiere este año el ascenso directo va a hacer falta más que lo expuesto en los tres últimos partidos. Contra el Xerez se ganó muy al final después de un partido de lo más flojito. Contra el Cartagena sin hacer gran cosa se tuvo el partido ganado casi sin querer y se acabó perdiendo. Y contra el Numancia ya vimos que los nuestros también ganan sin bajarse del autobús.

El denominador común en los tres encuentros fue no tener el balón. Con un trío de mediocentros en el once inicial (trivote según el diccionario de la prensa nacional-madridista) no conseguimos dominar ni al Xerez, ni al Cartagena, ni al Numancia. Ni siquiera con un esquema insólito de cuatro mediocentros, como puso Mel en liza por momentos en las segundas partes de Cartagena y Soria.

Torrija al principio del partido. Torrija cuando nos ponemos por delante en el marcador. Sin posesión de balón aún acumulando a más jugadores de lo habitual en el centro del campo. Factores a corregir para evitar sorpresas cuando la diosa fortuna no quiera mandar los balones de los rivales a la madera o la pólvora de los de arriba esté un poco más húmeda de la cuenta...

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