En un fin de semana de nubarrones y lluvias, al saltar el Betis al campo el sol se asomó tímidamente. Era el presagio de una plácida tarde de Domingo, de esas a las que no estamos acostumbrados al final de la palmera. La victoria cayó por su propio peso. El Betis salió queriendo ganar el partido y el Rayo fue la reencarnación del Betis de Tapia. Así es todo mucho más sencillo.
Ahora sí estamos de lleno en la lucha por el ascenso. La mejor noticia es la confirmación de las mejorías que veníamos intuyendo en jornadas anteriores y la continua mejora en otros aspectos. Se confirma que en Pereira se ha acertado, que la defensa nada tiene que ver con la de antes -¿Carlos García es el mismo de hace un mes?- o que Aurelio y Sergio han alcanzado un estado de forma medio decente. El hecho de que Emaná ya no sea el único argumento ofensivo se antoja imprescindible; en las últimas jornadas nos la jugaremos sin él, aprovechémoslo mientras, pero sin dependencia.
No obstante, el camino es aún largo, dentro de 15 jornadas es cuando hay que estar entre los 3 primeros. Para eso, debemos evitar chorradas como el penalty del último minuto, habrá que estar los 90 minutos metidos en el partido -hoy no hemos llegado ni a la mitad- y la relajación no debe visitarnos. Víctor dice que los puntos débiles están identificados y serán corregidos. Además nos dice que "el hábitat ya no es hostil". Qué bonito.
domingo, 7 de marzo de 2010
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