Nos las prometíamos muy felices el Sábado al llegar al campo y terminamos saliendo con la cara desencajada. De la confianza a la preocupación en 90 minutos. Esperábamos que las malas vibraciones de partidos anteriores se quedaran en eso, pero se conviertieron en una realidad que nos arrebató 3 puntos obligatorios.
Primera parte al más puro estilo Tapia: sin fútbol ni intensidad, gol absurdo en contra. Segunda parte al más puro estilo Tapia: intento de remontada sin ideas, a trompicones. En definitiva, partido al más puro estilo Tapia, como para no salir del campo con el rostro desencajado de preocupación. Sólo faltó la expulsión de turno, en la que solía escudarse el baenense. No nos quedamos muy lejos, toda la defensa bética terminó con amarilla ¿era necesario para defender al timorato ataque gerundense?
El partido del Sábado ha traído a la memoria una famosa derrota en casa contra el Palamós a principios de los 90. Cuando pasó la época de las vacas flacas, muchos hicieron referencia a aquel partido desde diferentes ángulos; unos para enorgullecerse de que estuvieron con el Betis en los momentos difíciles, otros para que se valorara en su medida el hecho de estar en Primera y otros lo hacían con intereses egocéntricos.
El Girona ha renovado la leyenda. Por aquel entonces el Palamós fue el símbolo de una travesía de 3 años por Segunda. Confiemos en que el Girona lo sea de una mucho más corta.
domingo, 28 de marzo de 2010
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